Unas pruebas de ADN demuestran que Anthony
Yarbough, de 39 años, y Sharrif Wilson, de 37 años, no cometieron los
crímenes por los que fueron condenados en 1992
Por: EUROPA PRESS
07/02/2014
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Dos hombres de Nueva York han sido liberados tras haber pasado 21 años en prisión por un triple homicidio por el que fueron condenados y que ahora se ha demostrado que no cometieron gracias a unas pruebas de ADN, ha informado la cadena de televisión CNN. Anthony Yarbough, de 39 años, y Sharrif Wilson, de 37 años, fueron arrestados en junio de 1992 por el asesinato de la madre de Yarbough, de 40 años, su hermana de doce años y una amiga de la misma edad en su vivienda de Coney Island.
"En este caso, mi oficina ha tenido en cuenta las nuevas pruebas científicas que no estaban disponibles en el momento del juicio", ha explicado el fiscal del distrito de Brooklin, Kenneth P. Thompson, en un comunicado. "Mi obligación de acuerdo con la legislación es determinar si esta nueva información, de haber sido presentada en el juicio, habría sido más probable que hiciera que el jurado llegara a un veredicto distinto", ha explicado. En 2013, nuevas muestras de ADN tomadas de las uñas del cadáver de la madre de Yarbough pusieron de manifiesto que había semen que coincidía con el encontrado en 1999 en el escenario de la violación y el asesinato nunca resuelto de Migdalia Ruiz, una mujer de Brooklyn, según la investigación desarrollada por la Oficina Médica Forense.
Yarbough y Wilson estaban encarcelados cuando se registró el homicidio de Ruiz, según el abogado de Wilson, Adam Perlmutter. "Basándonos en estas nuevas pruebas, creo que el jurado habría tenido un veredicto bastante distinto", ha considerado Thompson. El abogado de Yarbough, Zachary Margulis-Ohuma, ha mostrado su satisfacción porque finalmente se haya hecho justicia. "Cualquiera que mire esta prueba con una mente abierta vería que no hay posibilidades de que Tony asesinara a su madre y a esas dos niñas", ha asegurado el letrado.
Margulis-Ohuma ha afirmado que este caso ha sido "fácil" por las "pruebas obvias de la inocencia", al tiempo que ha confiado en que el fiscal del distrito se centre en casos "más difíciles". Yarbough tenía 18 años cuando fue acusado del asesinato de su madre y las dos niñas y Wilson tenía quince. El día del homicidio, Yarbough regresó a su casa tras haber pasado la noche fuera y descubrió los tres cuerpos con cables con los que los habría estrangulado y con múltiples puñaladas. Los cadáveres de las dos niñas estaban semidesnudos.
Los detectives que llevaron el caso interrogaron por separado Yarbough y a Wilson y les presionaron para obtener falsas confesiones sobre lo que les había ocurrido a las niñas, por lo que Yarbouk fue condenado a una pena de prisión de entre 75 años de prisión y cadena perpetua. Wilson obtuvo una pena menor que Yarbouk tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía. "Me siento realmente bendecido", ha afirmado Yarbough. "Estaba muy ansioso y nervioso. No sabía qué iba a ocurrir. Ha habido tantos reveses", ha explicado. Preguntado sobre su relación con Wilson, Yarbough ha dicho que no le tiene ningún rencor. "Me alegro de que esté fuera. Le deseo a él y su familia todo lo mejor", ha declarado.
Yarbough ha asegurado que todavía no sabe qué va a hacer tras su liberación. "Era difícil mantener las esperanzas pero Dios ha sido bueno y estoy fuera. Soy libre, gracias a Dios", ha indicado.
Dos hombres de Nueva York han sido liberados tras haber pasado 21 años en prisión por un triple homicidio por el que fueron condenados y que ahora se ha demostrado que no cometieron gracias a unas pruebas de ADN, ha informado la cadena de televisión CNN. Anthony Yarbough, de 39 años, y Sharrif Wilson, de 37 años, fueron arrestados en junio de 1992 por el asesinato de la madre de Yarbough, de 40 años, su hermana de doce años y una amiga de la misma edad en su vivienda de Coney Island.
"En este caso, mi oficina ha tenido en cuenta las nuevas pruebas científicas que no estaban disponibles en el momento del juicio", ha explicado el fiscal del distrito de Brooklin, Kenneth P. Thompson, en un comunicado. "Mi obligación de acuerdo con la legislación es determinar si esta nueva información, de haber sido presentada en el juicio, habría sido más probable que hiciera que el jurado llegara a un veredicto distinto", ha explicado. En 2013, nuevas muestras de ADN tomadas de las uñas del cadáver de la madre de Yarbough pusieron de manifiesto que había semen que coincidía con el encontrado en 1999 en el escenario de la violación y el asesinato nunca resuelto de Migdalia Ruiz, una mujer de Brooklyn, según la investigación desarrollada por la Oficina Médica Forense.
Yarbough y Wilson estaban encarcelados cuando se registró el homicidio de Ruiz, según el abogado de Wilson, Adam Perlmutter. "Basándonos en estas nuevas pruebas, creo que el jurado habría tenido un veredicto bastante distinto", ha considerado Thompson. El abogado de Yarbough, Zachary Margulis-Ohuma, ha mostrado su satisfacción porque finalmente se haya hecho justicia. "Cualquiera que mire esta prueba con una mente abierta vería que no hay posibilidades de que Tony asesinara a su madre y a esas dos niñas", ha asegurado el letrado.
Margulis-Ohuma ha afirmado que este caso ha sido "fácil" por las "pruebas obvias de la inocencia", al tiempo que ha confiado en que el fiscal del distrito se centre en casos "más difíciles". Yarbough tenía 18 años cuando fue acusado del asesinato de su madre y las dos niñas y Wilson tenía quince. El día del homicidio, Yarbough regresó a su casa tras haber pasado la noche fuera y descubrió los tres cuerpos con cables con los que los habría estrangulado y con múltiples puñaladas. Los cadáveres de las dos niñas estaban semidesnudos.
Los detectives que llevaron el caso interrogaron por separado Yarbough y a Wilson y les presionaron para obtener falsas confesiones sobre lo que les había ocurrido a las niñas, por lo que Yarbouk fue condenado a una pena de prisión de entre 75 años de prisión y cadena perpetua. Wilson obtuvo una pena menor que Yarbouk tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía. "Me siento realmente bendecido", ha afirmado Yarbough. "Estaba muy ansioso y nervioso. No sabía qué iba a ocurrir. Ha habido tantos reveses", ha explicado. Preguntado sobre su relación con Wilson, Yarbough ha dicho que no le tiene ningún rencor. "Me alegro de que esté fuera. Le deseo a él y su familia todo lo mejor", ha declarado.
Yarbough ha asegurado que todavía no sabe qué va a hacer tras su liberación. "Era difícil mantener las esperanzas pero Dios ha sido bueno y estoy fuera. Soy libre, gracias a Dios", ha indicado.