Strambotic
05/07/2015
¿Ha visto usted a un tipo regordete, mofletudo y pecoso? No se haga el héroe y llame a policía.
¿ Deberían los retratos robot considerase un estilo pictórico al la altura del cubismo o el dadaísmo ? Se llaman retratos robot, pero detrás de estas joyas fisonomistas se encuentra la mano del artista en todo su esplendor. Algo tan frío como la robótica no podría crear esta colección de obras tan inquietantes que tuvieron que utilizar los sufridos policías para atrapar al felón. Asombrosamente, más de uno acabó funcionando.
Disfruta de esta galería del delincuente dibujado a vuela pluma. Échale arrestos y encuentra el parecido.
Salvatore Perrone – Nueva York, EEUU
La testigo se refirió al sospechoso como ““stock negro criminal.”, cómo suele ocurrir allí, en caso de duda culpa al tipo negro. Afortunadamente la policía se dejó de topicazos y detuvo al tipo a secas.
La verdad es que cualquiera retratado con este estilo pasaría por un tipo complicado.
Si buscaban a un reptiliano travesti iban bien encaminados.
Su dibujo fue descrito por medios estadounidenses como el “peor retrato robot hecho nunca”; e incluso llevó a la revista Gawker a preguntarse si esas dos mujeres no fueron atracadas por una caricatura de Charlie Brown.
Tal vez intuyeran que iban a tardar 20 años en pillarle.
Es complicado hacerlo peor. ¿Quién enchufaría a este supuesto “artista” en la Policía? El caso tardó dos años en resolverse. No nos extraña: blanco, con pelo rizado, gordito…
El celebérrimo terrorista neoludita apuntaba maneras de estrella del cine porno alemán en su retrato y luego resultó ser un rudo profesor universitario del Medio Oeste.
Un retrato favorecedor, qué duda cabe: de galán latino a Paquirrín bien de pelo. El sospechoso no era otro que el asesino en serie David Berkowitz, más conocido por su nombre artístico de “el asesino de Sam”.
